Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Departamento de Castellano, Literatura y Latín
Curso: Desarrollo del Lenguaje
Especialidad: Educación Especial
Profesora: Angélica Silva
Periodo Académico: 2007-II
Instituto Pedagógico de Caracas
Departamento de Castellano, Literatura y Latín
Curso: Desarrollo del Lenguaje
Especialidad: Educación Especial
Profesora: Angélica Silva
Periodo Académico: 2007-II
Nombre y Apellido: Ingrid Prato
Sección 002
Diferencias entre lenguaje humano y comunicación animal
(Texto de Opinión)
(Texto de Opinión)
En la siguiente argumentación, se presentará una idea sobre el proceso comunicativo entre las especies animales y los seres humanos. Con respecto al proceso de comunicación humana debe señalarse que éste ocurre a través de lo que conocemos como lenguaje, que no es más que la capacidad que tienen los hombres para expresar su pensamiento y comunicarse por medio de un sistema de signos vocales y gráficos. Sin embargo, los seres humanos no son los únicos que pueden comunicarse. De manera similar, los animales tienen su propio sistema de comunicación que les permite intercambiar información con los de su misma especie, a través de la interacción ritualizada de señales grupales, las cuales tienen como fin la supervivencia de la especie.
Ahora bien, en lo tocante a esta producción escrita, se quiere persuadir a los lectores de las grandes diferencias que existen entre la comunicación animal y el lenguaje humano. Es por ello, que cabe preguntarse ¿Por qué es tan determinante el lenguaje en el acto comunicativo de los seres humanos? ¿Por qué la comunicación animal no puede catalogarse de lenguaje? y ¿Qué importancia tiene el lenguaje humano para la acción educativa de las personas? A continuación se ofrecerán algunas respuestas a las interrogantes planteadas.
En primer lugar, el lenguaje resulta determinante para el ser humano porque cumple una función interactiva entre todos los seres humanos, es decir, que mediante el uso del lenguaje se pueden expresar sentimientos, actitudes, juicios, valores, creencias etc, que pueden ser interpretados por otras personas. A diferencia de la comunicación animal, ese intercambio de información y no lenguaje tiene como propósito la transmisión ritualizada de mensajes unilaterales que prefijan el acto comunicativo de las especies con un contenido siempre invariable. Ello quiere decir que en el lenguaje humano no hay tal fijeza de contenido, porque podemos interpretar cualquier mensaje que se nos presente incluso escuchándolo por primera vez.
En segundo lugar, no se puede catalogar como lenguaje la comunicación animal, porque en dichas especies animales existe un estancamiento o “hecho biológico” que no les permite desarrollar la facultad del lenguaje que sólo poseemos los seres humanos. Por ejemplo, la capacidad innata que poseen los seres humanos para desarrollar lenguaje permite que éste se apropie de conocimientos a medida que crece y evoluciona. Por el contrario, sabemos por diversas investigaciones científicas que los animales aprenden las señales de supervivencia es para manejarse en la naturaleza, y en caso de no aprenderlas son simplemente desechados por los de su misma especie.
En tercer lugar, el lenguaje se relaciona con el acto educativo, porque es a través de dicho proceso de interacción donde comienzan las relaciones interpersonales, que se conforman sobre la base del diálogo. En otras palabras, con el diálogo ocurre el intercambio de conocimientos, saberes y experiencias que comparten los adultos significativos (padres y maestros) con los aprendices (alumno). Dicha interacción se realiza con el uso de la lengua oral, escrita o gestual. Por consiguiente, en la acción educativa es necesario que el alumno se apropie de los aspectos convencionales de la lengua oral y escrita, pues ésta constituye un objeto de conocimiento fundamental en el proceso de aprendizaje a lo largo de su vida. Por el contrario, en las especies animales la actuación comunicativa es a base de instintos. Los humanos somos seres racionales dotados de una conciencia porque actuamos de acuerdo a ella y con mayores razones que los simples instintos.
Finalmente y retomando lo antes expuesto, puedo señalar que estoy convencida de que esta argumentación deja claro que los animales no pueden hacer uso del lenguaje para comunicarse, pues sólo los seres humanos poseen una comunicación a base de códigos complejos como la lengua oral y escrita. A través de estos códigos, los seres humanos descomponen e interpretan los mensajes recibidos por parte de las otras personas. Por su parte, sabemos que los animales sólo se comunican por razones de supervivencia. En el caso de los seres humanos, la necesidad biológica no rige el acto comunicativo, sino también lo hace el deseo de compartir y aprender de los otros. Sobre la base de lo antes mencionado personalmente creo que han sido establecidas suficientes diferencias para comprobar que la comunicación animal no puede catalogarse como lenguaje.